Las niñas ya no quieren ser falleras

Pongamos que hablo de Valencia y la costumbre de la apariencia exagerada en las altas esferas de la sociedad valenciana, que entre sus objetivos en la vida esta seguir codeandose con la "jet-chet" a cualquier precio, incluyendo el endeudamiento moral y economico, y concebir una Fallera Mayor de Valencia para mayor gloria de la propia estirpe, incrementando la exigencia economica de este puesto representativo año tras año, dejandolo inalcanzable para los sucesores en tiempos de crisis.

Pongamos que hablo de la Fiesta y sus excesos con fecha de caducidad, que obliga a millares de ciudadanos con ganas de descansar a emigrar durante una semana fuera de su ciudad.

Pongamos que hablo de la crisis economica que nos esta tocando sufrir. Poder codearse con el "tito" Camps y con la "tita" Rita tiene un precio muy alto y sale mas economico vender tu alma al diablo, ademas de que esto ultimo puede resultar al menos a corto plazo mucho mas romantico y estimulante, ademas de ahorrarse la persecucion eterna de Julio Tormo, periodista-lapa oficial de la fiesta.

Y pongamos a unas niñas, que no mujeres, que se presentan para "no ser elegidas" Fallera Mayor de Valencia. Se supone que se presentan por el orgullo de ser Falleras Mayores, pero no quieren ser elegidas porque es un gasto que no quieren asumir, pero si pueden en la mayoria de los casos. Prefieren formar parte de la Corte y asumir el papel de "florero" que, al menos a la mitad, les viene como anillo al dedo.

Una vez elegida la Fallera Mayor, desde el ayuntamiento, la alcaldesa se vestira con sus mejores galas, es decir, se calzara su chaqueta roja y realizara la llamada telefonica a la elegida, ya estoy viendo a algunas cortando el hilo telefonico, dando un numero equivocado o contestando con voz de hombre - Se ha equivocado, aqui no vive ninguna Amparo -.

¿Amparo?, Amparo, ¿Estas ahí?

Asi que aconsejo a las aspirantes que si, en el caso mas que improbable de tener que buscarse un trabajo, e indicaran en su curriculum que fueron elegidas en la Corte Fallera, no indiquen que fue en el año 2011, pues ese sera un mal año de cosecha, ese año saldra una corte, en general, sin personalidad.

Este año, entre las que no han renunciado a ser Falleras mayores, hay dos aspirantes que pertenecen a familias muy influyentes economicamente en la sociedad valenciana, y parece  que hay miedo en la Junta Central Fallera, tras conocerlas, a que haya una lucha de egos e intenten eclipsarse entre ellas.