La Infanta del Pais de Ignorilandia

"Si las personas sólo fueran responsables de lo que hacen conscientemente, los idiotas estarían de antemano libres de cualquier culpa."

Milan Kundera

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Ya tenemos Infanta aspirante a Princesa del País de Ignorilandia, España, para los rezagados en geografía creativa.

Aunque ella no sepa nada, no pasa nada, una persona incapaz de discernir entre el bien y el mal no tiene por que ser necesariamente malvada, como mucho es una persona confusa, por dejadez o estupidez, no es el caso, el caso es hacerse la tontita, a ver si cuela, me salgo de rositas y me vuelvo a Suiza en el próximo avión para ver si a mi Iñaqui le dura el empalmamiento.

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- Pero usted ha firmado estos talones, esa firma es suya,.
- No se que hace mi firma en ese cheque, no me acuerdo de haberlos firmado.
- ¿Cual es su función en esas sociedades de las que es participe?
- Tampoco se porque mi persona es socia en esas sociedades que usted menciona, seguramente fui convencida por mi marido, porque yo soy muy sumisa y hago lo que mi marido me dice, porque confío en el, porque estoy enamorada. Ademas, no se que manía tienen esas asociaciones y empresas en contratarme, si yo no se hacer nada, bueno si, me doy unos paseos bastante profesionales desde mi coche a la oficina, siempre con una carpeta muy fashion, aunque la llevo siempre llena de publicidad del Carrefour, ¿sabe?, así parece que abulta mas y que trabajo un montón, pero luego llego al despacho, pongo los pies sobre la mesa y me hecho una cabezadita, y lo mejor de todo, me pagan un pastizal, ya no se que hacer con el dinero.
- Si no necesita tanto dinero ¿Por que su padre le prestó dinero?
- Es que así tengo mas, a mi me da igual pero a mi marido parece gustarle mucho, aunque este mal que yo lo diga, cuanto mas tiene mejor funciona en la cama y eso a mi si que me gusta.
- Ya, pero tendrá que devolverselo.
- A mi padre tampoco le hace falta, ya saben lo campechano que es, no creo que quiera que se lo devuelva.
- ¿Desde cuando...?
- No me acuerdo
- No he acabado la pregunta.
- Ah, perdone
- ¿Entonces...
- No lo se.
- No sabe ¿que?
- Lo que me iba a preguntar.
- ¡Ah! Claro.
- Esa si la se, es lo contrario de oscuro.
- ¿Usted es tonta?
- Perdone, señor juez, no entiendo la pregunta.
- ¿Que si es usted tonta o se lo hace?
- Creo que no, aunque tampoco estoy muy segura, ¿Quizas me este confundiendo con mi hermana?