jueves, 15 de septiembre de 2016

El desgraciado y Rita Barbera

"No hay que pasar una prueba de inteligencia para estar en el Senado"

Mark Pryor

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Tal es que una persona se encuentra en un estado financiero mas que precario y con pocas esperanzas de encontrar un trabajo digno y remunerado de la misma forma y escuche a los esbirros de Rita Barbera hablar de billetes de 500 euros, que si me los dan y tengo que hacer una transferencia al partido, es una orden de la jefa así que arreando.

Tal es que esa misma persona, a raiz de su estado de animo ya perjudicado por el tema monetario vislumbre un divorcio y la manutención de unos hijos malcriados, y viera por televisión a Rita pavonearse de eterno rojo y balanceando ese collar de perlas del pleistoceno alrededor del gaznate diciendo que se alegra de que un juez se haya acordado de ella y le haya llamado, que deja el partido pero que el escaño se lo queda, que se lo vayan destornillando, que se lo lleva para casa.

Tal es que la persona de la que estamos hablando, sin dinero, sin trabajo, casi sin mujer y empezando a dudar de la paternidad de sus hijos, se da a la bebida y al juego, pide un préstamo a unos señores muy amables que se lo conceden a cambio de un trocito de alma y con un interés lógicamente desorbitado y lea en el periódico que ademas del sueldo de senadora ya excesivo para el servicio y trabajo que ni se les exige a esas señorías, por pasar al grupo mixto se le incrementa unos 2500 euros al mes. Todo ganancias para Rita y todo muy bien informado a través de todos los medios de comunicación, los de derechas, los de izquierdas y los de los extremos, los de centro lo obviamos, no existen.

Tal es que la persona en cuestión es una buena persona evidentemente desgraciada y se cruza con Rita cuando esta sale a la calle, pasa de ella y sigue su camino con la vista al suelo, rumiándole un "hijaputa".

Tal es que esa persona se queda con esa satisfacción interior que ningún otro beneficio le da mientras Rita se queda con la copla y le persigue por la calle tambaleándose como elefante aprendiendo a patinar pidiéndole la identificación para meterle una denuncia por calumnias, muy civilizada, con esa voz de ultratumba que la ginebra ha esculpido.

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No se que me fastidia mas, la evidencia del flagrante acto de robar dinero publico o que aun haya señoras de pelo cardado que cuando ven a Rita por la calle la piropean ¡Guapa!. No tienen dignidad. No las aguanto, me lanzaría con unas tijeras a modernizarles ese pelo afro-cañí