jueves, 28 de octubre de 2010

Greenpeace lo tiene crudo

Hoy he visto por la television, mientras comia, meter a unos monos en un cilindro traspasado por varios palos cuya funcion era mantener a estos monos a cierta altura del suelo y evitar su caida, mas tarde unos niños retiraban esos palos y reian al ver como los monos caian al suelo. Tambien he visto tras lo anterior, a unos niños armados con mazos golpear en la cabeza a distintos topos que asomaban su cabeza por varias madrigueras de forma aleatoria.

No hay porque asustarse, era el habitual bombardeo pre-navideño de juguetes, todo era de plastico, menos los niños que fingian estar contentos de hacer caer los monitos y se divertian intentando partir la cabeza a los topos que hay que agradecer al ingeniero juguetero que los haya provisto, sino de seguro medico, al menos de un casco. Todo muy educativo, el juego de los monos pretende potenciar las habilidades manuales y el de los topos el de la memoria. Asi que ya tenemos futuros memoriones malabaristas., ya no hay que preocuparse, ahora solo falta inculcarle a estos niños un poquito de amor y respeto por los animales, para no convertir la profesion de arponero en algo idilico para estos tiernos y moldeables cerebros.

Lo mejor de todo siempre viene al final, cuando los niños, que acaban siendo los mas inteligentes de la familia, acaban aburridos de la repetitiva mecanica de estos juegos y le dan su punto de imaginacion y locura. Bajo la atenta mirada de sus padres, estos juguetes de plastico a precio de oro acabaran sirviendo de improvisado sombrero, rodando por las escaleras o en alguna competicion de lanzamiento a distancia y si despues de todo esto logran sobrevivir, como en los cuentos de final feliz, los monos volveran a la selva y los topos a sus confortables madrigueras.



votar

No hay comentarios: