lunes, 28 de mayo de 2012

Un cerdo, un helado de chocolate y un toldo

Los cerdos comen de todo, da igual que sea comestible o algo parecido, lo que no sabía es que el helado de chocolate fuera parte fundamental de su dieta, lógicamente al no ir a la playa, se las trae al pario las operaciones bikini ¿O acaso han visto alguna vez a un cerdo en la playa?, no cuentan los parentescos humanos.



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Mi comunidad de vecinos es un buen criadero de entradas para este blog, y últimamente se ha vuelto bastante pródigo en acontecimientos fuera de lo normal.

Creo que todo comenzó un día bastante caluroso, un vecino bajó el toldo para dar un poco de sombra al comedor y otro que por penurias económicas tan de boga estos tiempos o por pereza española no dispone de este útil elemento, decidió bajar su temperatura corporal y no la de su vivienda, cogiendo un helado del congelador. Este segundo vecino, por caprichos de la inmobiliaria o del destino fatal, vive justamente encima del propietario del toldo. Es de suponer que, debido a una insolación o a una flojedad repentina de los miembros superiores del vecino que relamía el helado, este se quedara por un instante a su libre albedrío, decidiendo la gravedad en un momento de tierna debilidad hacerse cargo del mismo dándole un pringoso final empotrándolo contra el toldo. 

Al vecino propietario del toldo no le deben gustar los helados de chocolate, lo ha dejado bien claro en una nota que, milagrosamente, lleva 3 días expuesta en el zaguán.


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