Siempre nos han intentado convencer de que para salir de la crisis hay que fomentar el consumo, pues bien, los japoneses se lo han tomado al pie de la letra. Han inventado un potro de tortura domestico para que te tritures los huesos, te destroces el culo y te quedes estéril, y tengo razonables dudas de que esto último sea una ventaja o una desventaja. Y por una, muy poco, razonable cantidad de yenes, que al cambio es la tira de euros, y de los gastos de transporte ni hablamos, que me pongo a llorar. De momento, por mi parte, cada vez que consumo me veo mas lejos de salir de la crisis, ademas, ¿para que quiero una maquina de abdominales?, si solo tengo uno y estoy orgulloso del mismo.
Os muestro el vídeo de la teletienda nipona donde venden el artefacto diabólico, donde un hombre se muestra superexcitado por cabalgar sobre un gran supositorio vibrante y acolchado. La mujer, en cambio, se muestra mas discreta en exhibir sus emociones mientras cabalga, tiene un poco mas de vergüenza.
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El sucedáneo de vaquero japones, como es sabido, no mira, sospecha, aunque en este caso, entorna los ojos porque esta buscando las vacas que intentaba cruzar al otro lado del río Pecos. - ¡Yiiiiiih jaa!
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