Ahora resulta que hay otra teoría sobre la extinción de los dinosaurios, un cambio climático por el resultado de la expulsión de gases y excrementos. Estos gases, metanos, son muy nocivos para la capa de ozono, en la escuela ya me enseñaron que las vacas eran muy perjudiciales para el medio ambiente por este motivo, posiblemente sea verdad, pero siempre pensé que era la forma que tenían los humanos de echarle la culpa a otro. Por lo que se intuye los dinosaurios no tuvieron oportunidad de salvarse, o evacuaban o reventaban, eligieron evacuar, primero se quedaron a gusto, y luego tiesos.
Según la teoría expuesta fueron principalmente los herbívoros los causantes del oloroso y fatal problema. Para llegar a esta conclusión han utilizado un modelo matemático, no sabría muy bien explicarles que es esto, pero suena bastante grandilocuente, "modelo matemático", casi nada. Los científicos en cuestión, han llegado a la conclusión que la emisión de gases durante la época de los dinosaurios multiplicaba por diez a la actual. Ahora no se quejen si descubren ese olor tan característico en su oficina, en el autobus o compartiendo la cabina del ascensor con cualquier vecino, no será nada comparado con lo que tuvieron que aguantar en la prehistoria.
Como dijo un diplodocus antes de morir asfixiado, - ¡Algo huele a podrido en estas tierras!. -
En el protocolo de Kioto, aquel en el que se indicaba que había que recortar la emisión de determinados gases, donde se impusieron algunos límites que no se han cumplido nunca, se les olvido plantear la prohibición de determinados alimentos a la humanidad como fabada y alubias. Aun así, los pedos, bien vistos y encauzándolos de la manera correcta podrían convertirse en una fuente de energía ya que son inflamables y por ello una fuente de calor, todo un ejemplo de transformación de la energía. La energía ni se crea ni se destruye, en todos los sitios menos en Argentina, allí se nacionaliza.
Para terminar les dejo una antigua reflexión.
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| Si un rey se tira un pedo, ¿Es un gas noble? |
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