miércoles, 5 de septiembre de 2012

Sospechosos de limpiar en exceso

"Esta limpio, realmente limpio, como mi conciencia"

(Taxi Driver)

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La agencia de noticias Reuter ha informado hace unos momentos que la AIEA, que deben ser las iniciales de alguna asociación importante y archiconocida pero que un servidor desconoce, ha enseñado unas imágenes hechas desde un satélite de algo verdaderamente sospechoso de alterar la paz mundial y los nervios del mismísimo Dalai Lama.


En las imágenes se pueden observar de forma nítida como tres oficiales entran juntos en unas dependencias de un aeropuerto militar en Parchin (Irán) y momentos después salen armados cada uno de ellos con una escoba. Los análisis realizados a las imágenes mediante técnicas a ojo de buen cubero han dictaminado que las escobas estaban fabricadas en distintos materiales, una estaba hecha de madera y no se ha podido determinar hasta estos mismos momentos de que tipo de árbol, un centenar de colaboradores del servicio secreto se encuentran en una sala dilucidando a golpe de silla las distintas posibilidades, encina, alcornoque, roble, pino o aglomerado, otra escoba era metálica y recubierta de fino plástico y la tercera brillaba de tal forma que no dejaba lugar a dudas de que estaba hecha de ese peligroso material que es el aluminio, el material con el que se fabricaban los balones de fútbol en el recreo de mi colegio en EGB, y el de muchos otros. 

Tras salir los militares de el supuesto almacén de armas limpiadoras se reunieron en corrillo en una demostración fehaciente, según las fuentes, de estar barruntando terribles planes como un ataque nuclear, un golpe de estado o el secuestro de un oso panda en el zoológico. Tras una breve discusión uno de ellos señaló el final de la pista, tras encaminarse los tres hasta el lugar señalado y llegar a el sitio señalado, con una destreza y rapidez militarmente reseñables agitaron las escobas en movimientos laterales de una velocidad asombrosa, movimientos por supuesto entrenados en campos clandestinos de entrenamiento militares en Benidorm, levantando una inmensa humareda de polvo alrededor.

Después de visualizar las imágenes, los analistas militares y algunos jóvenes que pasaban por allí con gafas de pasta, llegaron a la conclusión de que todo esto solo podía significar "un intento por cubrir supuestas acciones del ejército relacionadas con el programa nuclear". Justificaban su deliberación indicando lo extraño de ver nada mas ni nada menos que a tres hombres realizando tareas domesticas sin mostrar vergüenza alguna.

Cualquiera con dos dedos de frente se daría cuenta de que esto no es así, lo que ocurrió realmente es que la pista de aterrizaje estaba sucia... evidentemente.

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