martes, 2 de octubre de 2012

Los Bagelheads o como parecer una panadería ambulante

"Todo lo que es moda, pasa de moda"

Coco Chanel

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Hoy dejo un espacio a la cultura, a las nuevas tendencias y a una nueva tribu urbana, los "bagelheads" o en su traducción literal "los cabeza rosco".

Esta tribu originaria del Japon menos ancestral, es decir los mas jóvenes, tienen una forma peculiar de sentirse realizados como grupo, consiste en inyectarse una sustancia liquida y salina a través de la piel,  habitualmente en la frente, esta sustancia se mantiene visiblemente abultada en el lugar inyectado, la hinchazón que provoca posteriormente es moldeable a gusto del usuario, la mayoría opta por convertirlo en algo parecido a un donut, mas que nada por lo sencillo de su diseño, supongo. La sustancia dura entre 16 y 24 horas y es fácilmente asimilable por el cuerpo humano.



En España, debido a la crisis, se ha sustituido la sustancia salina por el método "crashrun", para lo que hay que buscar un muro o una pared, lo siguiente es retirarse unos metros de frente a la pared elegida y tomada una distancia prudencial debe comenzar una carrera que terminara inexorablemente con su frente golpeando el trozo de cemento, piedra o ladrillo que el azar haya elegido, es importante que durante la carrera mantenga el cuerpo erguido y la cabeza bien alta, recordemos que lo que buscamos es el contacto de la frente con el duro elemento, no perforarlo, después solo quedara esperar unos breves segundos, la hinchazón que se consigue de esta manera es menos duradera y menos moldeable amen de que los efectos secundarios del sistema empleado, es decir, mareos y dolor de cabeza, no permiten una rápida intervención en la parte afectada por lo que el diseño predominante en la península ibérica es algo parecido a un volcán a punto de erupción.

Ahora nos puede hacer una bobada, de hecho a mi me lo parece, pero también me daban repelús los piercing, ahora soporto verlos fugazmente y siguen sin gustarme, tanto la sensación de perforar mi propio cuerpo como la visión de los ajenos y creo que tampoco me haría nunca un tatuaje a excepción de aquellas calcomanías de Mazinger Z y Comando G que se despegaban en el primer lavado, aunque como la vida nos recuerda cada cierto tiempo, nunca digas que algo no puede ocurrir porque acabara ocurriendo. Ahora lo mas común es encontrarte los piercing y los tatuajes en cualquier lugar de la anatomía humana, incluyendo sus extremidades superiores, inferiores e intermedias.

No habrá mas remedio que acostumbrarse a ver gente con la frente abultada con forma de bollos, donuts, baguettes, croissants, ensaimadas o cualquier producto de panadería que se le pase por la imaginación. 

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