lunes, 1 de octubre de 2012

A Francisco le posponen un juicio por agorafobia y lo celebra cantando ante numeroso público

"Confiesa el delito el que huye del juicio"

Seneca

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La agorafobia es un trastorno que consiste en el miedo a los lugares donde no se puede recibir ayuda, por temor a sufrir una crisis de pánico, los afectados por este trastorno huyen de los lugares abiertos o llenos de gente, no hay que confundir esta palabra ni esta enfermedad con agonía que es lo que uno siente al asistir como espectador al hemiciclo del congreso de los diputados, no tienen nada que ver pero me apetecía meterme con los políticos, una vez mas.

Aparte de esta descripción, la agorafobia es una excusa como otra cualquiera para no asistir a un juicio, el propio en el caso del cantante Francisco. Acusado de delito de estafa por "comprar" un Maseratti de 80.000 euros a un promotor inmobiliario de esos que no venden ni pisos ni escobas, sin pagarlo para luego venderlo, su carrera como cantante ha caído en barrena pero la de hombre de negocios esta ahora mismo en la cúspide. No nos olvidemos del pobre promotor inmobiliario, que pena me da, con lo que están pasando, hasta el utilitario ha tenido que mal vender.

Francisco estaba citado el mes de julio pasado y pudo eludir sentarse en el banquillo aludiendo que  padecía ataques de agorafobia y que por ello se encontraba confinado en su casa, concretamente en la cocina con las puertas cerradas, al sufrir ataques de pánico en espacios abiertos y ante las multitudes. El bueno del juez aprobó posponer el juicio hasta que el cantante mejorara su salud.

Un día de la misma semana que estaba previsto el juicio estaba el juez vistiendo unos calzoncillos y calzando  unas chanclas a juego y planchando minuciosamente su toga de verano, que es igual que la de invierno pero con las mangas unos dos centímetros mas cortas, entre viaje y viaje de la plancha desde un extremo de la tabla hasta el otro este hombre con sano juicio tuvo la habilidad de, mientras con una mano planchaba, coger el mando a distancia con la otra y encender la televisión, tras pasar por unos treinta canales lo dejo sintonizado en Antena 3, cual no sería su sorpresa al ver al cantante Francisco cantar rodeado de unas gradas llenas de público, personas entrenadas para aguantarse los bostezos y pagado con bocadillos de chopped y unas aceitunas, pero público al fin y al cabo. Sintiéndose en ese momento como un pardillo en su primer día de instituto perdió la coordinación en ambas manos, terminando la toga echando humo y el mando a distancia reventado contra la pared, podemos describir este momento técnicamente como una locura transitoria veraniega.


El juez ha postpuesto el juicio para enero y como es un hombre previsor, ante el posible intento de escaqueo del "artista", tiene previsto habilitar un aseo de los juzgados para celebrar el juicio. Entre los diferentes problemas que plantea esta novedosa forma de impartir justicia se encuentra el que todos los asistentes deberán mantenerse en pie durante todo el juicio, que el abogado defensor y el fiscal que se tienen una manía y unos celos recíprocos y ancestrales estarán ubicados demasiado cerca el uno del otro y que por aquello de ahorrar espacio los asistentes deberán desprenderse de todas las prendas de abrigo antes de entrar. Algunos miembros del jurado, los mas delgados, podrán sentarse alrededor del lavabo y los mas gruesos, bueno, los mas gruesos no serán admitidos y se buscara a otros con menos circunferencia debido a la gravedad del asunto. La secretaria ya ha sido convenientemente aleccionada sobre lo positivo que sería dejarse la maquina de escribir en casa y se le ha aconsejado que vaya simplemente cargada con un bolígrafo y con una libreta de tamaño cuartilla con el gusanillo lo mas fino posible.

Me apuesto un billete de 15 euros a que la misma semana del juicio al jeta de Francisco le da un ataque de claustrofobia.

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