"Acá hay tres clases de gente: las que se matan trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse"
Mario Benedetti
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Cuando un sindicato se convierte en patrón pueden ocurrir dos cosas, que a alguien se le ocurran algunos chistes de mal gusto o un bucle infinito de paradojas morales y éticas.
Hace un tiempo, no recuerdo cuando exactamente pero no hace mucho, se convoco una huelga por parte de los sindicatos en contra de las reformas en el mercado laboral, una de ellas era la posibilidad de realizar despidos con indemnizaciones de 20 días por año trabajado, los lideres sindicales y sus perrillos falderos mas amarillos que un chino con hepatitis (para el que no lo sepa, se le apoda como amarillo al sindicato que antepone sus propios intereses al de sus "representados") pusieron el grito en el cielo, con razón, y debe haberse quedado enganchado en algún tejado porque no se ha vuelto a oír aquel grito.
El sindicato CCOO ha hecho efectivo un ERE extintivo a 24 personas en Galicia acogiéndose a la norma que se supone que repudian, 20 días por año trabajado. El líder sindical de este sindicato ha salido a la luz pública para informar de que se esta tratando a estos trabajadores con la máxima sensibilidad, que para darles la patada en el culo los responsables tuvieron la delicadeza de calzarse unas zapatillas en detrimento de las reglamentarias botas de punta reforzada y que para que los despedidos pudieran secarse las lágrimas fueron obsequiados con sendos rollos de papel higiénico de doble capa extra suave, que paradójicos son a tope pero les queda algo de corazón.
El futuro para estos trabajadores es mas que oscuro, a la situación actual hay que sumar la cita en el curriculum de haber trabajado para un sindicato, lo que va a hacer su incorporación laboral mas que complicada.
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