lunes, 13 de agosto de 2012

Sálvame, que me estoy ahogando de risa

Donde el telón de acero se convirtió en muro de hormigón
Donde el idioma oficial en el metro es el español
Donde los osos te acechan amistósamente en cada rincón
Donde la gran puerta se abrió haciendo saltar sus goznes oxidados
Donde se comen y beben los horarios
Donde la gran torre vigila todos tus pasos
Donde cuentan que los ángeles tienen entrada a nuestro mundo.
Y donde una estación de metro se hizo canción

Pongamos que hablo de Berlin.



 * * * * *

Hoy fue mi primer día de trabajo tras las vacaciones, a media mañana ya las estaba echando de menos, creo que necesito otras vacaciones, seguramente mi jefe opine lo contrario y como suelo ser muy respetuoso con las opiniones ajenas seguiré trabajando.

Para ganas de trabajar la de los policias chinos en la provincia de Shandong, provincia muy famosa por la elaboración de juguetes sexuales, no es que yo sea un experto en estas lides, lo que ocurre es que de momento no se me olvido leer y este dato se refleja en la noticia.

Un ciudadano chino iba haciendo el columpio con su yoyo chino de cinco estrellas mientras andaba junto al río que cruza su ciudad, de repente le pareció ver a una persona que estaba siendo arrastrada por la corriente y fue avisando a otros oriundos que pasaban por allí. Es sabido que en China hay miles de millones de chinos, lo que aquí podríamos llamar aglomeración de personas no llegaría ni a medio centenar de transeúntes, allí las autoridades empiezan a sentirse angustiadas cuando se reúnen tres mil en cualquier plaza, y si la plaza se llama Tiananmen se les afloja el intestino. Cuando los chinos reunidos llegaron a mil apareció el primer policía preocupado de estar perdiéndose algo importante.

Cuando los mil chinos señalaron al unísono la persona que flotaba y circulaba río abajo el policía chino comprendió el dicho "cuando el maestro señala la luna, solo el tonto mira el dedo", se sintió inteligente y comprendió que para hacer un buen trabajo de salvamento necesitaría ayuda de sus compañeros, el recordar que no sabía nadar también fue un aliciente para compartir la futura proeza. En cualquier otro país un policía que pide ayuda de sus compañeros es asistido en poco tiempo por dos o cuatro, al menos eso se deja entrever en las películas, en España habría llegado la primera pareja exhausta de correr y estarían esperando aún a la segunda que esta haciendo autostop al lado de un coche patrulla sin gasolina. En China esto no ocurre, la superpoblación es lo que tiene, al momento aparecieron 17 chinos uniformados para ayudar.

En total 18 policías, ... (He implementado un sistema pedagógico para aquellos que tengan dificultades de aprendizaje, incluido el sistema de suma automático, les recuerdo que había un policía que pide ayuda y aparecen 17 mas, 1 + 17 = 18)... continuemos, tras cuarenta minutos de esfuerzos, carreras y gritos, lograron realizar una cadena humana para alcanzar a la persona que se hallaba a la deriva y que no daba muchas muestras de vitalidad.

El suceso se convirtió en noticia cuando el último eslabón humano alcanzó los restos que flotaban y no pudo reprimir una sonora carcajada, lo que flotaba en el río era una muñeca hinchable que no daba impresión de  estar muy ahogada sino de estar muriéndose de la risa.


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