lunes, 27 de agosto de 2012

Me dan pena los pobres diputados

Hubo un tiempo, antes de la crisis, en el que cuando a alguien le llegaba el turno en la charcutería y pedía mortadela era la comidilla del entorno cotorro mercaderil, que si fíjate que no le llega ni para salchichón que si el jamón ni lo huelen, tras recoger su pedido de manos del charcutero tenía que salir de aquella muchedumbre de incontinentes orales espetando un "¡Es que a mis hijos les encanta!". Ahora estas cosas no ocurren, la mortadela es lo primero que se vende y los días que Sánchez Gordillo tiene ganas de trabajar desaparece tan rápido que al encargado no le da ni tiempo a colocarle el precio.



* * * * *

Algunos diputados dicen lo que piensan y eso normalmente trae problemas, sobre todo cuando se es ajeno a la realidad ciudadana, que es la mayoría de veces.


A un diputado de Ourense le hicieron una entrevista y le falto llorar ante el entrevistador porque, según el, estaba pasando unas penurias económicas de aupa y no le llegaba ni para una misera bolsa de papas con sabor a centollo ni para unas lonchas de salmón noruego engordado con pistachos iranís, hasta confeso estar aguando el Chivas de 15 años para poder conservarlo hasta principios de mes.

Por ser concejal, cosa a la que nadie le obliga, cobra 416 euros que podemos estar de acuerdo en que no es una maravilla hasta que lo dividimos por horas efectivas trabajadas. Cómo es diputado gana unos 4200 euros mas, cobra por trienios unos 290 euros por ser funcionario de la Xunta, cosa que para mi sigue siendo un mito, tanto los trienios como la jornada intensiva son para mi tan reales como el hombre del saco o la prima de riesgo. Los viajes desde Madrid a Ourense son sufragados por el erario público, así como las dietas, a pesar de tener vivienda propia en Madrid, unos 1800 euros, mensualmente y sin ningún retraso, otro mito para mucha gente.

Como el mismo informa cuando esta en Ourense donde es concejal, vive con su madre, cosa que no es criticable pues es lo que muchos españoles están obligados a hacer y no por gusto a pesar de todo el amor que puedan sentir hacia ellas. Con los ojos tristones siguió intentando crear cierta congoja al periodista indicándole que come fuera, cena fuera y que la gasolina se la paga el mismo. Por supuesto que desde aquí le podría aconsejar que comiera y cenara dentro, de un comedor de beneficiencia a poder ser. En cuanto a que la gasolina se la pague el mismo me parece injusto a todas luces, es rara la vez en la que voy a ser atracado por un surtidor en una gasolinera y no aparece alguien dispuesto a llenarme el deposito de gasolina a cambio de un poco de conversación.

Al final de la entrevista reconoce que es un privilegiado pero que es un palo para el su situación actual al haber estado acostumbrado a un nivel de ingresos superior. Hoy a pedido disculpas públicas, que ya es raro, azuzado por su propio partido político. Ahora solo falta que deje uno de los dos cargos públicos que ostenta, o mejor que deje tanto el puesto de concejal como el de diputado y vuelva a sus quehaceres habituales que parece que le eran mucho mas provechosos, pero se me olvida que, al contrario que este pobre individuo no vivo precisamente en "El Pais de las Maravillas".

No hay comentarios: