En un lugar incopiable de la China original vivía un comerciante de arroz llamado Lin Chunping, este incunable chino del cual sospecho ascendientes españoles tras leer su historia, hizo creer a su pueblo natal la adquisición de un banco americano por unos 60 millones de dolares, el Atlantic Bank de Delaware, en Estados Unidos.
Al señor Lin, tras la supuesta proeza, le dieron un cargo político importante en su comunidad, es de suponer que de forma poco democrática. Es mejor que los chinos no descubran la democracia, miles de millones de chinos pensando en quien votar, millones de políticos con ansia de lucro, mas millones de papeletas de papel, redundántemente hablando, y como consecuencia un paisaje desolador en la amazonia, monos que lo único que pueden saltar es la comba.
Tras comprobar los periodistas que no existía un banco con ese nombre en la tranquila localidad de Delaware, Lin fue detenido por fraude, le pusieron unos grilletes de plástico y fue conducido hacia la comisaría mas cercana. Dejo su cargo municipal y ahora es de creer que se encuentra en alguna cárcel, descansando en una celda con los barrotes de hojalata.
Como la vida misma, del éxito al fracaso en un instante, ahora Lin se gana la vida trapicheando en el patio de la cárcel, intercambiando "Malporros" y "Foltunas" con los incautos presos que se cruzan en su camino, con el único fin de amasar una pequeña fortuna y así poder cumplir su sueño secreto, comprar un banco español.
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