La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia alberga un lago, debido al calor que sufrimos este verano y a la falta de limpieza ha sido invadida por una colonia de algas, no es que moleste a los nadadores pues esta prohibido la práctica de cualquier deporte acuático en dicho lago, pero molesta a la vista, amen del entorno de factura millonaria que empieza a necesitar un lavado de cara.
Por este motivo y otros, de segura mayor importancia, la Generalitat Valenciana ha aumentado la petición de dinero para el rescate de 3500 millones de euros a 4500 millones, ya que los regalan por pedir que no quede. No estaba previsto el gasto de limpieza del lago en los presupuestos de este año, en un rápido cálculo presupuestario han redondeado la cifra, pedimos 1000 millones mas y al lago le sacamos brillo, habrá sido el pensamiento de los manos rotas que nos gobiernan.
De momento esta prevista la contratación de un investigador agropecuario que dictamine cual es la mejor solución para el problema de las algas, un ayudante de investigador agropecuario que le chive al oído que el producto que mejor actúa en estos casos es el cloro, un asesor financiero que estudiará las ofertas de cloro existentes en el mercado, un asesor medioambiental que realizará un estudio previo de el posible efecto nocivo de el producto de limpieza, un subsecretario que recibirá las ofertas y el estudio de los asesores y los dejará en la bandeja de otro subsecretario a una distancia de dos mesas, el subsecretario que encontrará los informes y cotejará en la lista de ofertas si le es familiar alguno de los comercios, la mujer de la limpieza que será interrogada por el subsecretario sobre la verdadera utilidad de el cloro en la lucha contra las algas, un becario que recogerá de mano del subsecretario la propuesta definitiva y la hará llegar al secretario general, el secretario general que dará el visto bueno, otro becario al que darán la misión fundamental de buscar el teléfono de el comercio elegido para la compra, una secretaria que llamará para preguntar el horario de la tienda, un operario que ejecutara la compra, un chófer que llevará en coche comprado para la ocasión al operario, realizando las paradas técnicas necesarias para poder dar buena cuenta de el almuerzo o merienda dependiendo del horario de actuación, dos guardias jurado que escoltarán al operario y la compra desde donde le venga bien al chofer aparcar el coche hasta el lago invadido de algas, un técnico fitosanitario que indique la proporción exacta para la disolución del producto, unos cuantos operarios encargados entre otras funciones de comprar y acarrear un cubo, de abrir la llave del agua, de sujetar la manguera del agua, de agitar y mezclar el agua y el cloro bajo la supervisión de un técnico en prevención de riesgos laborales contratado especialmente para la ocasión, mas operarios para cerrar la llave del grifo, para llevar unas cervezas, para comprar el cupón de la ONCE y repartirlos entre los compañeros y por último contratar un fotógrafo que de fe del momento y reparta la instantánea entre los periódicos regionales para que publiciten lo bien que trabaja la administración pública.
Igual se han quedado cortos pidiendo 1000 millones mas de rescate y ya en las fechas que estamos podíamos esperar la llegada del otoño, las algas dejan de ser un problema con el frío, es una lástima que los malos gobernantes sobrevivan a cualquier temperatura.