Una noche de Reyes

Al llegar a mi calle, que no es mía pero como si lo fuera, me he encontrado una masa de gente de toda las edades, una manifestación bastante peculiar, no había pancartas ni policias antidisturbios con mala leche, en ese momento he pensado que por fin había llegado la inteligencia a nuestra civilización, una protesta con dos dedos de frente, con dialogo, con permiso de la autoridad... pues va a ser que no, que ni fumo porros ni bebo, mas tarde, tras dar la vuelta a la manzana en la que habito, sin gusano y hecha de puro cemento y ladrillo, conduciendo el coche entre la gente a una velocidad que podría espantar o matar de un infarto a una babosa si tuviera corazón, me llegó la revelación, la vista también me ayudó, a través del retrovisor pude ver como se preparaban para la cabalgata de reyes magos y como los abuelos empezaban a sacar de los bolsillos bolsas de plástico para llenar con los esperados caramelos y dulces que iban a llover de un momento a otro. 

Estos abuelos son el claro ejemplo de la costumbre española de arrasar con todo lo que es gratis, simplemente porque es gratis o por la excusa del por si acaso, por si llegara la hambruna y tuviéramos que alimentarnos hasta el fin de nuestros días con lo que fuéramos a recolectar esta noche. En estas circunstancias el mas tierno de los abuelos puede convertirse en un fiero animal del averno mas profundo, arrasar, morder, aniquilar a su paso todo ser viviente a excepción de su querido nieto por un mísero caramelo astillado dentro de su envoltorio, luego dicen que los niños tienen traumas al descubrir que los Reyes Magos no son de verdad ni tan siquiera son una animación de la factoría Disney, el verdadero trauma de los niños proviene del momento en el que descubren la faceta mas bestia de su abuelo, en la lucha mas despiadada por un pírrico trozo de glucosa compactada.

Llegué al garaje sorteando personas de todas las edades que se agolpaban tomando posiciones, aparque el coche, subí a mi piso teletransportado por el ascensor durante un tiempo algo superior al de las teletransportaciones en las películas de ciencia ficción, y me asome al balcon, me encanta oir a los niños cuando aún creen en los Reyes Magos y ver como abren los ojos hasta mas no poder, llenos de la ilusión que se pierde de forma mas o menos natural al crecer. Pero esta noche hay que olvidarse un poco de la realidad, ya que todos los días se resta un poco de la ilusión, que hoy al menos se mantenga, al menos un día que no reste.

Para mi, como le ha pasado al limpiacoches que hay en los bajos de la finca, que seguía limpiando y dejando reluciente un vehículo a escasos metros de la comitiva real, el día de reyes ha sido uno mas, el mismo horario, casi el mismo trabajo.

Soraya Saenz de Santamaría anunció hoy el segundo paquete, y los que quedan, de medidas y recortes contra la crisis, el alusivo a las cabalgatas de reyes no se hizo público por temor a reacciones mas o menos infantiles y se hicieron llegar por valija real a la multitud de cabalgatas organizadas. Así, siguiendo las instrucciones se actuó de la siguiente manera, la banda de música que abría la comitiva repartía unos panfletos donde se explicaba la importancia de envolver bien un caramelo y la forma mas ágil de hacerlo, el primer rey lanzaba los envoltorios de los dulces o caramelos, el segundo lanzaba el caramelo desnudo con menor fuerza de la ejercida en años anteriores, bombeando el lanzamiento de forma sutil y suave, desechando el lanzamiento tipo "con mala baba y directo a calvorota" tan de moda en años anteriores. Tras dar un tiempo prudencial el tercero se dedicaba a pasear entre el gentío para revisar el producto manufacturado, la calidad de la envoltura y en el caso de aprobado sellar el trabajo con la ISO 9001 de fabricación de caramelos y productos de distinta índole para dar lametazos. Ya llegado casi el final de la caravana aparecieron los pajes para forcejear con los ciudadanos de a pie e intentar recuperar el mayor número de caramelos envueltos, con la promesa de poder desgravárselos en la declaración de Hacienda de este año y que esos mismos caramelos serían lanzados el año que viene. La mayoría devolvió los caramelos, los mas reaccionarios les dieron un lametón antes de hacerlo y a un abuelo con pinta de fiero animal que portaba una bolsa llena nadie se acercó para intentar recuperarlos.

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Por mi parte desearos que os traigan esta noche lo que os merezcáis, no mucho mas, que al final el que acaba pagando el sobreesfuerzo y el exceso del trabajo no es ni Melchor, ni Gaspar, ni Baltasar, ¿Que para que creéis que esos magnos explotadores inventaron la figura del paje?.

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Hoy no tenía previsto escribir, pero al llegar a casa y encender el ordenador encontré que hay dos seguidores mas de este humilde blog. Personas a las que no conozco y a las que parece que este blog no les debe parecer malo o al menos el leerlo no les ha perjudicado lo suficiente como para odiarlo. Vuestra suscripción al blog es uno de mis regalos de Reyes mas preciados.

Muchas Gracias