Ni caldo primigenio ni amebas, ni lagartos voladores dudando en que evolucionar, y de dinosaurios ni hablamos, ni un meteorito con bacterias astronautas. Llegó un dios con su furgoneta cósmica "Construcciones y Reformas Celestiales" aparcó entre un río de lava y un monolito extraño bien falcado al suelo, se arremangó sus anchas mangas, pensó que aqui habia que poner algo de orden y la cago, creo al hombre. Bien maquillado y convertido en algún precioso relato tendríamos un best-seller y podría ser el comienzo de una nueva religión.
Manos a la obra, dijo a sus ayudantes. Un angel rumiaba a sus espaldas.
- Para lo que nos paga -
- Gabriel, ¿desconoces que todo lo oigo con mi Sonotone XXXL?, ¿no es suficiente contraprestación todo el amor que os ofrezco?.
Gabriel no dijo nada esta vez.
- Por allí levantaremos unas rocas, regaremos un poco por aquí, y Gabriel, ya puestos en faena me esparces por aquí unos bichos de distintos tamaños y colores.
Al finalizar el almuerzo, dios y sus trabajadores se dieron la alegría de unos licores de alta graduación, no se sabe si fueron los efluvios alcohólicos, pero tras el último chupito dios tuvo la ocurrencia de crear al mono y mientras le duraban los efectos del alcohol no tuvo control sobre el "invento", se le fué de las manos y el mono evolucionó a hombre. Al hombre le dio tiempo a descubrir la procreación, a la mujer a descubrir la jaqueca, y a ambos en colaboración les dio el intelecto para anunciar en primicia la invención el neumático extremo de lluvia, el mechero con linterna, el yo-yo de cinco estrellas y por ultimo el dinero, los billetes y la calderilla. Entre tanto y por el método científico de "probando, probando" llegaron a dos conclusiones que han llegado hasta nuestros días, que el fuego quema y que la lluvia moja.
Se acercó el representante de los hombres al dios recién levantado de su siesta, y le habló
- Pues que habíamos pensado que no sería mala idea, por aquello de la memoria que a usted se merece y que ademas se nos esta acabando el dinero pues parece que alguien lo esta escondiendo, sospechamos que ha sido el inventor de la "entidad financiera" dicho sea de paso, escribir un libro, veníamos a negociar el tema de los derechos.
- ¿Negociar conmigo? - Grito aquel dios ofuscado.
- Bueno, reconocemos que la historia es suya por completo, pero hay que editarla, publicarla, publicitarla, y retrasar la invención de Internet para que el negocio sea mas fructífero, aunque esto último será faena suya, nosotros solo podemos esperar.
- Os cedo un 10 %.-
- Imposible, mi jefe quiere un 30 solo para el..
- ¡La virgen! ¿Quien es tu jefe y quien se ha creído que es?
- Teodoro, Batismal de apellido para mas inri, dice que si no se cumplen sus exigencias esta dispuesto a crear una Sociedad de vividores o algo así, y será peor, o al menos eso va diciendo su esbirro Satanas de taberna en taberna.
- Ideas propias, ya sabía yo que se me escapaba algún defecto, de todas maneras aun quedan unos años para que aparezca Gutemberg e invente la imprenta.
- Quizás usted con sus influencias podría aligerar los plazos de invención, incrementar la inspiración en el ambiente, ya sabe.
- ¿Sabe que le digo?, que las amebas me daban menos problemas y eran mas inteligentes, ¡Mal rayo me parta!, ¡Apañaosla solos! -
Acto seguido apareció un obediente rayo con muy mala leche en el cielo.Una luz cegadora y un gran estallido en la Tierra, mas tarde solo quedaron en el aire cenizas celestiales en suspensión y un intenso olor a corona quemada seguida de un leve aroma de azufre que despedía aquel hombre que osó molestar a su dios y ahora volvía satisfecho a su cueva de protección oficial. Después de aquel extraordinario espectáculo de la naturaleza los hombres decidieron inventar las gafas de sol y los tapones para los oídos. Y desde aquel día nos la apañamos solos.
Viñetas: Alberto Montt
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