miércoles, 19 de octubre de 2011

El vuelo del enano

He vuelto, y con mas ganas, así que ataros los machos.
Me han quitado el chocolate y el alcohol, pero no podrán quitarme el teclado.

* * * * *

Cuando leí la noticia pensé inmediatamente en el delirante Terry Pratchet y su serie de libros de fantasía "Mundodisco", a veces la realidad supera a la ficción, la de Terry es muy difícil de superar. En Estados Unidos le han superado.

De haber entrado en un bar de Florida en los años ochenta podrías haberte encontrado volando un enano en dirección a una pared, sin posibilidad de rectificar el vuelo por la ausencia de poderes y sin fuselaje corporal diseñado para el caso. El enano en cuestión no es un kamikaze, lo hace por trabajo, de hecho ese es su trabajo, dejarse empujar para acabar golpeando con la pared, asegurado y con su nomina. Llegó el año 1989 y se abolió la costumbre del enano volador, no por salvar su integridad física sino por el elevado gasto sanitario y por las manifestaciones de enanos, poco voluminosas aunque muy concurridas, los expertos en la materia manifiesta llegaron a catalogar estas manifestaciones como "comprimidas" y complicadas ya que los métodos actuales de cálculo de afluencia a una manifestación no valen para una de enanos, la física es tozuda, los enanos no ocupan el mismo espacio que una persona de tamaño estandar.

La celebración del vuelo sin motor en la variante que nos ocupa fue exportada desde Australia, donde al boomerang que no vuelve se le denomina "palo" y al enano que vuela se le suele llamar "trabajador por cuenta ajena" o "por su nombre".



Todo esto viene por una iniciativa de un legislador republicano de Estados Unidos, con nombre de empresa de trabajo temporal, Ritch Workman, que quiere recuperar la tradición. La razón fundamental que esgrime es la siguiente: 

"La prohibición lo que hace es impedir que algunos enanos consigan trabajos que estarían felices de obtener. En esta economía, o en cualquier otra, ¿por qué queremos impedir a las personas conseguir empleos remunerados?"

Bien, su proyecto de ley se denomina "No dejemos atrás ningún enano lanzado", creo que sería mas apropiado "Amontonemos los enanos lo mas cerca posible de la pared". Por supuesto que la asociación "Personas Pequeñas de Estados Unidos" está en contra y lo define como algo denigrante, algo en lo que una persona de cualquier altura, grosor y un mínimo coeficiente intelectual estaría de acuerdo. La asociación encabezada por un tal David, alías "El Gnomo" ha contraatacado con otra propuesta , "lancemos al legislador republicano cada día desde un piso superior". David ha expresado a los medios de comunicación presentes que es una propuesta muy valida a nivel científico, "nos valdría para comprobar como los cuerpos son atraídos por la ley de la gravedad, poder calcular su aceleración y dejar constancia al finalizar nuestro experimento de que la materia no traspasa la materia, vamos, que del asfalto no pasa" . La oposición al proyecto la ha tildado de poco original en estos términos, "Nos parece una variante sospechosamente parecida a la costumbre española de lanzar una cabra desde un campanario, solo cambia el sexo"

Workman al que no se le conoce idea buena tiene pensada toda una reglamentación al respecto, todo muy legal y con sus inspecciones de seguridad en el trabajo.

- ¡McFly, Kevin! - Gritó el inspector.
- ¡Presente!, aunque ese es mi nombre comercial, realmente me llamo Shaquille O´Neal por el lumbreras de mi padre. 
- ¡Padres!, ¡Esas personas con esa poderosa visión de futuro!... Por favor, póngase de pie para realizar la inspección.
- Perdone, ya estoy de pie.
- ¡Oh!, lo siento, se me olvido, súbase a esta silla, comprobemos si tiene el casco homologado, golpeese con los nudillos.
El hueso recubierto de poca piel golpea con el plástico, ¡Toc, toc!.
- Muy bien, ahora enséñeme las rodilleras y las coderas... hum, hum, perfecto aunque unos colores mas llamativos ayudarían a darle mas vistosidad al espectáculo. -
El técnico hace tiempo que no le quita ojo a la coquina de tamaño desproporcionado que protege las partes nobles del enano.
- Oiga, ¿Ese protector genital no es demasiado grande?
- A decir verdad me aprieta un poco.
- ¿Como que le aprieta?, si es enoooorme.
El enano, con un gesto de gran alivio se retira la coquina. El inspector mira asombrado y exclama.
- ¡Vaya!, pues es verdad lo que dicen de los enanos.

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