domingo, 12 de diciembre de 2010

Añoranza

Añoro las fotos que no me hice y algunas de las que me hicieron ...

No he sido nunca partidario de hacerme fotos, como el indio que piensa que las fotografias son prisiones del alma, la conviccion de mi falta de fotogenia y la pasividad hicieron el resto. Las fotos que tengo en casa las puedo contar con una mano y me sobran dedos.

Hace poco mi madre saco viejas fotos de mi hermana y mias, las coloco en sus correspondientes marcos y las repartio en una estanteria, al verlas me entro nostalgia y le pregunte donde las guardaba, buscaba una en concreto, hecha en la playa. Me saco una caja de zapatos, no hay mejor sitio donde guardar fotos viejas, la caja fuerte de los recuerdos. Fotos de familia en blanco y negro, de servicios militares ajenos, de abuelos y abuelas que ya no estan y de personas presentes en algun momento de mi vida con muchos años menos. Habia muchas fotos de mi infancia, no encontre ninguna mas actual. Era bastante dificil hacerme fotografias, parece ser que cuando intentaban hacerlo, me ponia a llorar y salia corriendo como alma que persigue un fotografo. Entre mis fotos preferidas, un baño en un barreño metalico en medio de una calle en un pueblo de Soria, la prueba de que alguna vez estuve en Ecija, cogiendo de la mano a mi, por entonces rubia, hermana... y la foto en El Saler.


Al recontar las fotos me he dado cuenta que me faltan veranos, amigos, algunos familiares y los pocos viajes que he realizado.

Ayer sin decir nada, fui donde guardaba la caja de zapatos y cogi prestadas dos fotografias, como un vil ladron de sueños, aunque estoy seguro que ya lo sabe, las madres lo saben todo. No tardare en devolverselas despues de escanearlas.

1 comentario:

esasmusas dijo...

Así que esa es la historia que explica la foto de Paquito-Marco.
Yo creo que esto de los blogs nos está ablandando porque no quiero pensar que las personas nos echamos de menos a nosotros mismos más que a nadie.