Mark Twain
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Las estadísticas, 9 paquetes de tabaco de consumo diario por persona en Gibraltar, incluyendo recién nacidos y los no fumadores, les parecían extrañas a la comisión europea y mandaron unos sagaces inspectores al peñón de Gibraltar a averiguar que estaba ocurriendo y de paso intentar sexar unos monos de la roca para ver si predominan machos o hembras, en este caso lo único que se pudo constatar es que no les hace gracia que les observen sus partes, así que lo dejaron en empate técnico, una mitad tiene pelotas y la otra mitad parece no tenerlas, lo que es cierto es que todos al cien por cien aparentaban tener muy mala leche.
Lo primero que encontraron los inspectores fue una colilla en el suelo, aquí han fumado, pensaron a lo unisono, lo apuntaron en una libreta, y volvieron a la sede de la comisión en Bruselas, tras constatar costumbres como mínimo extrañas, como esconder 20 cajetillas en el carenado de una moto o pasear entre varios jóvenes una zodiac a hombros por una de las calles de la ciudad en dirección a la playa a altas horas de la madrugada como el que lleva a una virgen en procesión, sin saetas ni gaitas, en zapatillas y a toda velocidad.
Pues va a resultar que hacen negocio fraudulento y esto hay que vigilarlo han sido las conclusiones de la comisión, tras devanarse los sesos y rascarse la cabeza hasta sangrar, lo que sabe todo el mundo a este lado y al otro de la verja, desde que el tabaco es tabaco y desde que a este lado de la frontera cuesta el doble.
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