sábado, 28 de abril de 2012

Somos unos pringaos, pero de una calidad excelente

- Señor Mariano, como jefe suyo que soy le recuerdo que debería estarme agradecido por mantenerle en su puesto de trabajo, que le haya bajado el sueldo y ampliado su horario laboral no necesariamente debería hacerle bajar su animo y su productividad, así que para que pueda usted agradecérmelo de la mejor manera posible, le permito el gran honor de besarme el culo... pero antes afeítese esa barba, que me va a dejar pelillos.

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Si usted tiene la mala suerte de necesitar una silla de ruedas por antojo, por accidente o simplemente porque le gusta la velocidad y el riesgo de circular por las aceras cuesta abajo y sin frenos, puede acercarse a un concesionario hospitalario, pero que sepa que no es gratuito, quedan pocas cosas gratuitas, no se si se ha dado cuenta (por cierto aproveche ahora en respirar lo máximo posible por si le ponen un impuesto al oxigeno), tendrá que "repagarla".

Ahora hablemos del concepto gratuito y repago. La sanidad se financia de lo que usted paga en sus impuestos, usted se beneficia de la sapiencia de doctores y doctoras mas o menos locuaces e ingeniosos tras haber zanjado sus cuentas con el fisco, por lo tanto no es gratuita, si usted no esta de acuerdo en esta cuestión tiene a su disposición la posibilidad de emitir un comentario al final de este post (si me parece enriquecedor lo publicaré, si no, se quedará en un limbo electrónico y solo lo sabremos usted y yo). Ahora vamos con el repago, pensemos que usted es uno de esos pocos españoles que no engaña, mucho o poco, a Hacienda y va a urgencias a que le curen un coma etílico que ha cogido por mero despiste, siempre llega un momento en el que se pierde la cuenta de los cubatas consumidos, y se lo curan, el coma, no el despiste, y le presentan una factura detallada que podrá pagar en efectivo, con tarjeta o con dos donaciones de sangre y una de semen, pues eso es el repago, esta pagando algo que previamente ya ha pagado, usted no tiene la culpa de que la sanidad este mal gestionada, en realidad si tiene culpa, usted y yo



Sin animo de ofender, usted y yo somos unos pringaos porque, si usted o yo fueramos diputados nos daría igual que el país siga empobreciendo su clase media, tendríamos todas las sillas de ruedas que quisiéramos sin obligación de necesitarlas, recibiríamos 25 euros por cada 100 kilómetros de nuestros desplazamientos si usáramos la propia silla o coche propio y 3000 euros anuales (250 al mes) para taxis si tuviéramos la mala suerte de no tener coche oficial o tener la silla de ruedas rota en el mecánico, 120 euros diarios si viajáramos dentro de España y 150 diarios si lo hiciéramos fuera de nuestro país, siempre viajando en primera clase, faltaba mas, recuerde que hablamos de un diputado, y español. 

Somos unos pringaos porque pudiendo elegir ser un banquero sin escrúpulos eligió ir a trabajar por su cuenta y riesgo, si usted fuera banquero le daría igual no ganar dinero, podría pedírselo al Estado, siempre dispuesto a salvar al pobre y desamparado, si se quedara usted o yo sin su vivienda posiblemente nos darían ganas de quemar algún banco y matar algún directivo del mismo pero seguramente nos daría un poquito de vergüenza ir a pedir nuestra limosna, llegado el momento nos podríamos vestir con traje elegante, robar una corbata y acercarnos por el congreso de los diputados, hay muchas posibilidades de salir de allí con la vida resuelta.

Hacienda somos todos los pringaos,
económicamente somos pringaos en cifras exactas,
somos pringaos por decreto ley,
somos pringaos por  mayoría absoluta,
lo somos por no cancelar nuestras cuentas bancarias,
por seguir comprando en los grandes centros comerciales,
por tener la suerte de poder trabajar 146 días al año para pagar impuestos,
por tributar cinco veces mas que una multinacional,
por no poder fijar la residencia en un paraíso fiscal,
somos unos pringaos,
pero de una calidad excelente.



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Un anuncio gratuito de cosas gratuitas para acabar con buen sabor de letras: 

Obsequio besos y caricias, hasta fin de existencias.

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