domingo, 1 de abril de 2012

Lo siento, llegué tarde a salvar el planeta

No protejas tu medio, protégelo entero.

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Venía yo a anunciarles que se acerca la hora del planeta, no hablo de la entrega del premio literario que pierdo todos los años por incomparecencia, hablo de la hora en la que debíamos hacer algo por nuestro hogar, pero llegué tarde, hace unas horas que terminó. Ahora pasaré por un mal ciudadano de este planeta al que algunos han dado una hora de su valioso tiempo. Un esfuerzo descomunal, vaya que sí, las próximas ocho mil setecientas sesenta horas seguiremos exprimiendo el limón.


Por mi parte he colaborado en la hora del planeta bajando la luminosidad de mi móvil, como suele ser habitual no llamó nadie durante esa hora, debía estar el personal muy ocupado apagando las luces, desenchufando la nevera, el televisor, el despertador y sacando las pilas de el reloj de la cocina, todo esto a la luz de una vela.

Las consecuencias para el planeta no deben ser muchas, al menos sirve para concienciar un poquito a algunos inconscientes, son tantos. Por el lado negativo estaría el aumento de hurtos y robos aprovechando la oscuridad y a consecuencia de las condiciones dadas durante esa hora en algunos hogares, la televisión apagada, las velitas encendidas, el mas que posible aumento de la natalidad en un plazo previsto de nueve meses, algo que a la vez es contraproducente para el futuro del planeta, eramos pocos.

La crisis ha producido que políticas de medio ambiente dejarán de aplicarse por ser costosas, a la vez ha producido que, tristemente, miles de personas no encendieran las luces de su casa, simplemente porque no la tienen, porque han sido previsores y dejaron de pagar el recibo de la luz hace meses o porque ya de por si  tiene pocas luces, intelectualmente hablando.

Algunos se sienten satisfechos y orgullosos de haber cumplido con su hora por el planeta y lo harán participando en algunos de los conciertos que se celebran para conmemorar el acontecimiento, ya les anticipo que habrá luces en el escenario, que los altavoces no suenan sin corriente alterna, que los teclados estarán enchufados, que las guitarras seguirán siendo eléctricas y que si se despista es muy posible que intenten cobrarle la entrada con la excusa de salvar al escarabajo pelotillero.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, el lado oscuro salva el planeta.

La hora del planeta me suena a salvación cristiana, todo lo malo que hayas podido hacer se arregla confesándolo en tu última hora. Que barata se ha puesto la conciencia ecológica. 

Por favor, es tan sencillo como hacer un uso razonable de la electricidad y el agua, ¿tan complicado es que solo podemos hacerlo una hora al año?, y que nos tengan que decir a que hora hay que hacerlo...

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