domingo, 17 de julio de 2011

Dias negros, noches blancas

Este blog vuelve por hoy a su estado "personal".

Pasan los dias con el unico objetivo de llegar al fin de semana, triste pero cierto. Finalmente y con la cabeza llena de fantasmas, tormentos laborales y pensamientos negativos llega el fin de semana, viernes noche de escapada fílmica, Micmacs, muy entretenida y con mensaje, en el Cine D'Or, cine de reestreno con añejo encanto, donde aun puedes llevarte tu bocadillo y cenar durante la película.

El sábado comienza con una visita a la playa, relajante y con mudanza de piel debido a la insensatez y falta de memoria de la semana pasada, en la que se me olvidó embadurnarme con crema de protección solar. Vuelvo a casa con pocas ganas de comer y me preparo algo así como la comida recomendada para un gorrión anoréxico. Comienza un dolor de cabeza, me he prometido salir de casa esta tarde, hoy es la noche blanca en Valencia, multitud de actividades culturales en la ciudad y aperturas nocturnas de todos los museos al publico de forma gratuita. Sigue pasando la tarde, leo el programa de actividades que me ha enviado Ross junto a un mensaje que leo de forma inconsciente, lo cual me lleva a dejarla tirada de la misma forma, tras una hora de siesta con los ojos abiertos, cortarme el pelo y dar vueltas por casa salgo como los toros de los toriles a ultima hora de la tarde, con el único objetivo de pasear y relajarme, sin pensar en nada mas. Acabo de recibir un mensaje perdonándome, lo cual es un alivio.



Lo importante en la noche blanca viene a ser la participación ciudadana, pues los espectáculos tienen la profundidad necesaria para el gran publico, es decir, puro entretenimiento. Titeres para niños detrás de la catedral, mas Teatro junto a la plaza redonda, danza africana en la Plaza de la Virgen y una batucada brasileña recorriendo las calles del Carmen. Personalmente no me gusta la batucada y tampoco entiendo que tengan que hacerla en el sentido contrario a la de circulación, quien conozca la calle Caballeros comprenderá la gravedad de la situación.

No fue suficiente para resetear el cerebro, aun asi me acerque como tenía prometido al final de una cena de cumpleaños, lo siento Car (parece que no hago mas que pedir perdón a la gente) pero no llevé regalo ni mis ganas de diversión, algo que empieza a ser preocupantemente crónico. Ademas no estuve lo receptivo y abierto que requería la ocasión, aunque había oscurecido seguía con mi día negro y la noche blanca no tuvo el efecto deseado. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

En un primer momento me he sentido como un secundario de El extranjero, fascinante hasta el momento del perdón que tenía un tono más de la reina de corazones de Alicia. De todos modos, que la gente pida disculpas por sus despistes o errores me parece el gesto más humilde y admirable que hay, sobre todo cuando son sinceras y así de públicas. Tengo que decir que con el hola ya me tenías, pero para que veas lo perdonado que estás por la parte que me toca, te he nombrado criatura presente en el nuevo espacio.
Amigos como siempre.