viernes, 15 de marzo de 2013

Sobran la mitad de las letras del teclado

Voy a intentar ponerles en situación, estoy trabajando en una oficina, es mas o menos la hora en la que los almuerzos afloran sobre las mesas de trabajo y me dispongo a enviar un correo electrónico a un cliente.

El cliente nos ha pedido dos artículos, simplificando, por ejemplo una manzana y una naranja. No me quedan naranjas, me dispongo a escribir, mas o menos como sigue: 

"Buenos días

En referencia a su pedido xxxx, le informo que no nos quedan naranjas en stock, tenemos prevista la entrada en nuestro almacén en un plazo de 10 días.

Desconozco si su centro permite restos de pedido por lo que podria indicarnos si enviamos la manzana o esperamos a la entrada de la naranja para enviarlo todo en el mismo envio.

Gracias.

Saludos"

He simplificado el correo pero no difiere mucho del verdadero. Envío el correo y me pongo a hacer un montón de cosas a la espera de la contestación, que llega casi al final de la jornada. La respuesta que sigue es la siguiente.

"Ok adelante"

Literal. Ni saludo, presentación, nudo, desenlace, ni final digno. Me quedo mirando la pantalla, leyendo el mensaje en tal modo de extrañeza que mi compañero me pregunta si me pasa algo. "Ok adelante". ¿No entendio mi correo?, 

Me dan ganas de contestarle, Sr. Cenutrio ¿¡Que si le mando la manzana o esperamos a la naranja para que viajen juntas y nos ahorramos un billete!?. 

¿Que se supone que tengo que hacer? ¿Habrá mensaje subliminal? ¿El nacimiento de la comunicación extrasensorial en el ámbito empresarial? ¿Le cobran por letras? 

No es que estuviera esperando un estudio semántico abreviado del Quijote,  tampoco esperaba una parrafada sin faltas de ortografía, eso es imposible, recibo y envío multitud de correos al día y a veces es imposible no sentir vergüenza ajena. 

A veces pienso que algunos confunden Twitter y los SMS con el correo profesional, por la forma de acortar los mensajes, las frases, las palabras.

"Ok adelante", una invitación al libre albedrio y a la total libertad de pensamiento, un "haga lo que le salga de los frutales". 

Al final mandé la manzana y le cobré los gastos de envío, cuando llegue la naranja se la enviaré y le volveré a cobrar los mismos gastos por segunda vez. A ver si de esta forma utiliza un lenguaje mas comprensible.


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