Proverbio Arabe
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Australia busca desesperadamente la forma de evitar que los tiburones sigan la tendencia actual de condimentar su habitual dieta con surferos y turistas. El último año han muerto 9 personas y otras han recibido algún recuerdo o souvenir australiano en forma de dentellada o perdida traumática de algún miembro de la anatomía.
Algunos expertos han propuesto barreras eléctricas subterraneas, que manía hay últimamente de arreglarlo todo con vallas y barreras, poniendo a los tiburones a la altura de el emigrante sirio. Otros han propuesto un dispositivo repelente que llevarían los bañistas y surfistas adheridos al tobillo, las primeras pruebas no auguran un avance en esta medida, los probadores de este método, tras salir del agua, mostraron la perdida del dispositivo, del pie y de las ganas de volver a meterse en el agua.
Deberíamos cambiar el enfoque del problema, ¿Es que antes no habían tiburones? ¿Es que ahora tienen mas hambre?, pues creo que no. Igual es que sobran surfistas y bañistas con poco conocimiento, muy escasa apreciación del riesgo o tendencias suicidas, cuando te metes en las aguas de una playa Australiana ya estas advertido del peligro de aparición de tiburones, no vale quejarse después.
Pongamos que se ponga de moda, así, de repente, entrar en la casa de alguien que no conoces, entrar al salón y empezar a dar saltos sobre el sofá, quizás al dueño de la casa le haga gracia y se una a la fiesta, quizás te invite a salir de su casa educadamente o, lo mas posible, te expulse a patadas por la puerta o en el peor de los casos, por una ventana.
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Pues eso, si te metes en la casa del tiburón sin invitación no tienes asegurado un buen recibimiento, el no va a tu casa con una tabla de surf.
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... y si nos diera por hacer running por la selva nos sobrarían los leones, no tenemos remedio ...
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