Nací a muy temprana edad, ahora aquí me ven, lo que sucedió entretanto no viene al caso... (Mr. Bugman)
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Ahora que esta todo el mundo pendiente del millonésimo partido del siglo...
Estaba yo parado en un semáforo, no propiamente en un semáforo habria que explicar, conducia mi coche hasta que la luz del semaforo se puso rojo y como mandan los canones de la corrección vial mi entrenado cerebro envio una señal neuronal hasta mi pierna y esta... no, mas bien el pie que tengo por prolongación de esa pierna presiono el pedal del freno, el coche freno y los transeuntes se sintieron lo suficientemente valientes para pasear por delante de mi vehiculo. Quizas esta sea una explicación demasiado larga, lo es, pero tengo que rellenar ante la falta de inspiración.
Entonces miré a mi alrededor y descubrí un tema nuevo, la fauna automovilística, a mi derecha el jovencillo que se va a comer el mundo con su volkswagen Golf, a mi izquierda un habitante mediocre de media clase en un barrio de clase media que disimula su complejo de inferioridad con un todoterreno. Tras de mi se acercaba una discoteca movil en forma de coche tuneado del cual no pude averiguar ni marca ni por supuesto modelo, llego precedido de un estruendo extraordinario, una cancion eterna por la que no pasa el tiempo, pumba, pumba hasta la eternidad mas absoluta. El conductor nada mas quedar el coche inmovil saco sus herramientas de trabajo y las desplego encima del salpicadero... y empezo a hacerse un porro, en ese mismo momento pestañee y pude ver como le daba la primera calada, todo un profesional. Todo un coche anuncio, pegatinas de Alpine, Kenwood, Pioneer, Clarion... todo un anuncio para los ladrones de equipos de musica. Pense que posiblemente este DJ movil hubiera robado el equipo que sonaba a todo volumen o quiza fuera robado habitualmente por honrados vecinos de su barrio, finalmente llegue a la conclusión que lo que hacian tanto el como sus honorables vecinos era intercambiarse los equipos entre ellos, una especie de amigo invisible entre mascachapas.
El joven del Golf miraba la señal luminosa del peaton con cierta tensión mientras agarraba el volante con fuerza, eso es seguridad al volante, vaya a ser que parado fuera a tener un accidente, aunque no tan grave como el que tuvieron sus padres al engendrarlo.
El hombre del todoterreno era mas bien bajito y de complexion enclenque e iba acompañado de una mujer que no hacia mas que hablarle, mientras, el se evadia observando a ratos el semaforo y en las pausas de su mujer me miraba con aire de superioridad. Gran inversión la compra de un todoterreno, se lo vendieron en plan pack de aventura, que ya no quedan bosques y en los que quedan esta prohibido circular a lo Indiana Jones, ¿No sabes angel de amor lo que consume ese trozo de portaviones? y el afan de mirar a la gente desde lo alto, si hasta se ha puesto un cojín, que no lo necesita, con un monopatín le habria bastado para mirarme por encima del hombro y yo me habría dejado por gusto dejarme mirar y se podría haber ahorrado un dinerillo que en estos tiempos de crisis no le iba a venir mal.
Y el muñequito empezó a parpadear, que como todo el mundo sabe, en Valencia significa "apartese el peaton corriendo hacia el refugio mas cercano que hay prisa, siempre hay prisa y mucha"
El del golf le puso tanta tension que sumada a la fuerza con la que agarraba el volante hizo que este fuera arrancado de su posición original y quedara en el aire bien sujeto por sus dos manos. El todoterreno se quedo anclado tras calarsele al sufrido y nervioso esposo y el dueño de la discomovil con ruedas se desencajaba de la risa mirando al chico del Golf mientras no paraba de insuflarse ánimos fumando su hachis de importación.
Mientras yo seguía mi camino pude observar por mi retrovisor al niño del Golf con la cabeza descansando sobre el salpicadero y a la mujer del todoterreno abroncando al hombrecillo.
No se debe mirar tanto al retrovisor, hay que estar mas pendiente de lo que hay por delante...
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