Algo así como liarse la manta a la cabeza

Mientras desnudo el ruido de mi mente,
saber que estas ahí me hace mas fuerte,
Y en la distancia de este mundo incierto
yo saludo a mi suerte.

Mi suerte (Vetusta Morla)

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Ahora sueño despierto como los niños, cuestión de carácter, de pequeño fuí demasiado maduro y a mis "treinta y diez" de repente me siento cómodo con los comportamientos irresponsables o poco adultos, mi evolución se puede calificar como algo errática.

Las responsabilidades me convirtieron en un globo humano a punto de reventar, no hace falta que ningún mequetrefe con carrera de psicología me explique el significado de palabras como estrés o ansiedad, así que he decidido en plena ausencia de alguna de mis facultades mentales dejar que empiece a salir el aire, de paso abrir unas cuantas ventanas y dejar que entre algo de viento fresco.

Ahora respiro, quizás en un tiempo volveré a preocuparme, no tengo remedio, de momento vuelvo a soñar despierto y hace mucho tiempo que no lo hacía, me río de los chistes malos, ha mejorado ostensiblemente mi humor y mi mente vuelve a estar bombeando ideas.

Como dice la canción, yo salgo a mi suerte, y como dice esta otra, preparada especialmente para el momento, escuchada y cantada a todo volumen al salir hoy de mi ultimo día de trabajo en la empresa,

I´m still alive!

Hablemos de rescatar enfermos

Y me volverán a tildar de demagogo, como esa señora de pelo cardado del Facebook, agradezco su opinión y le recomiendo fervorosamente que vaya a la peluquería a cambiarse ese peinado.

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En nuestro país rescatamos bancos, autopistas, comunidades autónomas, ayuntamientos, montañeros incautos, senderistas despistados y hasta algún que otro gato que se sube a la rama de un árbol a descansar y observar lo aburrida y rutinaria vida de los humanos, y que no quiere ser rescatado lo mas mínimo.Quedan muchas mas cosas que rescatar, siempre hay cosas que rescatar, mires donde mires. 

Los enfermos de Hepatitis C, 900.000 en España, se dice pronto y se tarda poco mas en escribirlo, tienen la posibilidad de salvarse de la muerte en un 95 % gracias a unos fármacos que no se dispensan a través de la sanidad pública debido al coste de los mismos. El coste del tratamiento con estos fármacos de nueva generación esta entre los 50.000 y los 100.000 euros dependiendo del estado del enfermo. 

Las cuentas están claras, no le puedo poner un precio exacto a la vida humana, lo único que puedo decir es que en España la vida cotiza por debajo de los 50.000 euros.