Somos como niños, unos tirando bloques de cemento y otros quejándose de que les ha salpicado agua y que los tiren con mas cuidado que pueden descalabrar a alguna que otra sardina despistada.
Así que para vengarse los salpicados ponen controles exhaustivos de aduana para tocarles las pelotas a ellos y magrear lo que se pueda a ellas, los pobres que solo salieron de casa para ir a por tabaco.Mas tarde los gibraltareños cambiaron de posición las cámaras de seguridad para intimidar a los guardia civiles que lo único que hacen es cumplir con lo que se les ordena, como españoles que son respondieron a la intimidación con sendos "calvos" de primer plano, algunos con pelo y todo.
Y así andamos, algunos con chanclas y otros con zapatillas. Resulta que Gibraltar estaba comprando arena a empresas españolas para ganarle terreno al mar, pero ahora nos hemos dado cuenta de que es ilegal y que venderles la arena como que ya no queda muy bien. Y les hemos cortado el grifo de la arena.
Ante esta situación y para prevenir un déficit de arena en territorio gibraltareño, el políglota veleta de Fabian Picardo, nombre anglosajón donde los haya, ha pensado en colocar unos puestos de control por los cuales ha de pasar cualquier ciudadano o animal que se disponga a pasar de territorio ingles a español. En el se dispondrá del personal necesario y unas cubetas de plástico. El sufrido viajero deberá desnudarse y sacudir tanto la ropa como el calzado en una posición superior en sentido vertical al de la cubeta. No le será devuelta la vestimenta a su propietario hasta que se cerciore el funcionario presente de que ya no cae molécula alguna de polvo, tierra o arena. Al finalizar el día la cubeta será trasladada a la playa y sera volcada sobre a arena de la misma.
De este modo, asegura Fabián, estos españoles solo podrán llevarse nuestro tabaco. La realidad es que la verdadera identidad de Fabian es la del Hombre de Arena, de la famosa canción de Metallica, niños, ya podéis abrazar vuestra almohada con fuerza, el hombre de arena ha vuelto y con mas arena que nunca.